
El mindfulness: meditar por el bienestar
¿Te cuesta concentrarte? ¿Estás siempre estresado? La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 450 millones de personas sufren de algún problema de salud mental. Por eso, en los últimos años cada vez son más los métodos que surgen para alcanzar un bienestar psicológico frente a rutinas cada vez más aceleradas. Sin duda, una de las prácticas que ganó más protagonismo es el mindfulness. ¿Querés saber de qué se trata?
El mindfulness es una técnica de relajación que ayuda a gestionar y ser conscientes de las emociones, reacciones y pensamientos para poder afrontar las circunstancias del día a día con tranquilidad.
Conocé sus múltiples beneficios para tu cuerpo y mente:
- Controla el estrés, el malestar y la ansiedad: minimiza el impacto negativo reduciendo los niveles de cortisol, la hormona que se libera en respuesta al estrés.
- Combate el insomnio: permite alcanzar un nivel de calma mental que ayuda a mejorar el sueño.
- Aumenta la capacidad de concentración y mejora la memoria ya que se centra en el entrenamiento de la conciencia y la atención plena.
- Desarrolla la inteligencia emocional: indaga en el autoconocimiento, mejora la autoconciencia y la estima personal para ayudar a resolver problemas y preocupaciones.
- Favorece la creatividad: una mente equilibrada y tranquila tiene más espacio para ideas nuevas y está mejor preparada para imaginar, crear e incorporar nuevos conocimientos.
- Controla las dolencias físicas: logra disminuir la percepción del dolor centrando la mente en pensamientos positivos.
A su vez, se trata de una actividad muy práctica ya que se puede realizar en cualquier momento y lugar. Solo necesitás algunos minutos y un espacio calmo donde relajarte. Aprovechá estos consejos para comenzar a practicarla:
- Tomate un tiempo solo para vos: pueden ser 5, 10 o 20 minutos. Durante este momento, analizá qué está pasando por tu cabeza, qué sentís tanto emocional como físicamente. Esto también te ayudará a organizar tus prioridades, tareas y preocupaciones para lograr cumplir tus objetivos.
- Respirá: si te sentís abrumado, realizá 40 respiraciones seguidas contando cada una cuando exhalás. Centrate en el sonido y en el ritmo. Si respirás conscientemente, la mente comienza a desacelerarse y desconectarse para poder alcanzar la calma y volver al “aquí y ahora”.
- Dedicale tiempo a tus espacios cotidianos: limpiar y organizar es una actividad simbólica pero muy eficiente. Los ambientes en los que habitás y desarrollás tus actividades reflejan tu estado de ánimo e influyen en tus emociones. Por eso, ordenar implica despojarte de las cosas que ya no necesitás, quitándole lugar al estrés y a lo innecesario. Así, organizando podrás fomentar un hábito saludable para tu equilibrio mental.
Fuente: MeLife
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